Está abriéndose una oportunidad gastronómica
especial, generalmente de “alta gama”, en base a la denominada “comida real” o
“paleo”. Aun no hay restaurantes que se dediquen a este tipo de dietas, al
menos con relevante difusión.
Se trata inicialmente de buscar alimentos
orgánicos para alimentarse, con el postulado de que comer sano lleva a tener
menos enfermedades, pretendiendo generar hábitos que consisten en: comer
alimentos enteros y en evitar comida industrial procesada, refinada y pobre en
nutrientes, así como grasas trans, aceites de semillas, cereales (especialmente
los que contienen gluten), azúcar refinado y lácteos pasteurizados.
Se trata de evitar alimentos que dañan
la salud. Busca además regular el azúcar en sangre y una correcta función
digestiva. Las sugerencias alimenticias en estos aspectos, deben adaptarse a la
realidad de cada persona. Estos son sus principios:
1-
Consumir
alimentos enteros:
Si un
alimento no está en su forma entera natural, lo más seguro es que ese
producto haya sido refinado. Al consumir los alimentos tal y como te los
suministra la naturaleza, se promueve la salud, curación e inmunidad a futuras
enfermedades.
2-
Evitar comidas
procesadas y refinadas: Se incluyen los aceites industriales de semillas (maíz, girasol, sésamo,
soja, etc.), azúcar refinado y edulcorantes artificiales (especialmente el
jarabe de maíz alto en fructosa), cereales y productos lácteos pasteurizados.
3-
Comer para
mantener una correcta función digestiva: Hay que determinar los alimentos que no tolera el
particular organismo de cada persona, y dejar de consumirlos. Hay personas que
son capaces de tolerar los productos lácteos, o la ocasional comida con cereales,
pero cuando experimenta síntomas de intolerancia, esa es la forma que
tiene tu cuerpo de informar que está alterando su digestión. Y es
fundamental no hacerlo, ya que la capacidad de luchar contra dolencias crónicas
e incluso agudas, comienza en el sistema digestivo – entre el 60% y el 80%
del sistema inmunológico se encuentra aquí. Si nuestro sistema digestivo
está constantemente irritado, estamos preparando el camino a un sistema inmune
deprimido en el resto del cuerpo, lo que puede dar como resultado desde
alergias estacionales hasta problemas mucho más graves de tipo inflamatorio
y auto-inmune.
4-
Comer para mantener una correcta regulación del azúcar en sangre: El tiempo que se tarda en volver
a tener hambre después de una comida y cómo nos sentimos al aproximarse la
siguiente son señales clave de la manera en que se controlan nuestros niveles
de azúcar en sangre. Si tenemos hambre y estamos comiendo cada dos o tres horas
y nos sentimos temblorosos, con debilidad o desfallecidos al llegar la
hora de nuestra siguiente comida, lo más seguro es que no estamos ingiriendo
nuestro alimento en la proporción adecuada para nuestro cuerpo. Si
averiguamos cuánta proteína, grasa y carbohidratos “buenos” deberíamos de
consumir, esto nos ayudará a mantener bien equilibrado el azúcar en sangre
durante la jornada y nos permitirá comer aproximadamente cada seis horas, sin
sentir ningún tipo de malestar.
Implica tener un sólido plan nutricional. Se trata
de comer alimentos sanos y evitar los que no lo son – comida de
verdad frente a productos refinados –. Sostienen quienes siguen este tipo
de dietas que la mayoría de las afecciones crónicas tienen su base en
nuestro nivel de salud inmune, son las dolencias fundamentadas en aspectos
fisiológicos que se ven directamente afectados por lo que comemos. Se trata de
volver a la idea de que la salud es un estado natural del ser humano, y que depender
de medicamentos para aliviar síntomas, no suele ser la mejor solución.
Muchas personas están empezando a comprender que ya
no están condenadas a sufrir enfermedades, dolencias o incluso pequeñas
molestias, causadas por productos de la alimentación moderna, y que
podemos regresar a los alimentos provenientes de animales y plantas criados y
cultivadas orgánicamente. No tenemos por qué depender de productos
industriales envasados y etiquetados con afirmaciones infundadas en cuanto a
sus beneficios para la salud que no son más que estrategias de marketing.